Las semillas encerradas en el perdido instante,
dormirán bajo tus manos a la luz del asesino yo,
cuando más camino bajo esta negra calle asfaltada de lluvia gris,
me retuerzo,
dibujaré con el humo mi silueta descifrada en el vientre de una estatua,
arcos herrados,
clavos desgastados de tanto amor invisible,
luz salvaje azuldesconcertante entre ojos que afilan espaldas entre salvajes alaridos,
amor,
caido de las fuentes del pasado,
inventado por el más lúgubre presente.
Ya no pienso en la distancia recorrida.
Ni siquierapienso en el valor de lo que escribo.
Solo en la indiferencia asumida en el mayor de los olvidos.
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