Nada encima mio, apenas el cielo estrellado de la noche,
nada encima mio,apenas la suerte infinita de mis pensamientos.
Miedo casi intacto al reconocerme en cada una de las palabras que pronuncio,
y más aun en los silencios casi eternos que deslizo,
ya casi no oigo llover sobre las ciudades falsamente visitadas en mi mente,
en el frío de la noche me resguardo, me siento protegido del dolor,
de la violencia casi innata del ser humano.
Ya no sonrío me critican frente al espejo,
la visión histórica del hombre me despedaza
casi a cada paso que recorro, sin poder
amarme frente a frente,sin tocar la palma de
la mano de la sensatez, del espíritu del místico
al cual amo.
Mañana rescataré las llanuras para tus ojos, y
podrás describir la distancia que falta hasta
este cielo estrellado que soporta mi cabeza,
decidirás el final por mi, y me mantendrás despierto
hasta que todo halla acabado.
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