El tiempo como elemento pesado,
es seducido por las orcas
que perecen a cada orilla,
en cada minuto recorrido por el desierto,
la disuloción del problema crece,
rinoceronte
con nariz de ascendencia griega,
con el presentimiento de que tu cuerpo ya no flota,
con la sensación de que las cosas pesan demasiado,
te hacen inmovil,
y a cada bocanada de aire
más sientes la gravedád sobre tus hombros,
castigada por arrastrarte por medianas
de autopistas,
ese globo aerostático que
nace del deseo de no temer al minutero
de arena, sin tus piedras en el bolsillo,
no seria yo,
dichoso como te describian
al pasear por las laderas de aquél vestíbulo,
hombre que sufraga su destino, que
ve nacer la elavación más moderada a su alrededor,
sin cambio y sin carga,
ya nadie siente como una roca su destino,
siguen volando cual pajaro invisble,
ajenos al sentir libre de la verguenza,
¡Quiereme tú en este asilo,
maniatado de pies y manos,
sin sentir cada dia
que mi cuerpo es recubierto de yeso
para macerar la silueta hueca de
las estatuas que invaden tus pasillos!
Del infierno,
de la fé por la doble imagen reflejada
en las paredes de esta escama,
aleta de sirena,
reflejo del telefono mudo,del poseso seguidor
de las esquinas,
es el tiempo y la voz,
la manera de pasar tu mano por esa pared,
acariciando las imperfecciones más hermosas,
apenas caigo,
difiero,
esculpo la palabra exacta
en la piel arrugada de esta plaza vacia,
solo una sombra asoma de lejos,
que no es de nadie y eres tu,tiempo,
aguila de cabeza blanca,espiritu y
sentido.
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