El enjambre estaba posado sobre el lago.
Y los flamencos replicaban su derecho a beber.
Sin querer evitarlo.Los nenunfares explotaron en colores.
y la amalgama de animales fué corriendo de un lado a otro buscando auxilio.
En este parentesis,la coloración fué perdiendo brillo.
Y el corte.me paro.rasgo.busco.cierro heridas.
avanzo de nuevo.me paro.sigo buscando.me arrodillo.
maldigo mi suerte.tu nuca.el espejo que refleja otra persona.
Los flamencos se han marchado de tanto eperar su turno.
Absortos en tanto caos.las jirafas caen a plomo al suelo.
Sus piernas se parten y son presa faciles de las hienas.
Que arrancan sus pedazos de carne con total facilidad.
Reina el caos en el lago.Solo el olor a polvora logra tranquilizar a las bestias.
No puedo identificr el lugar exacto.
No puedo decir si es Ruanda o una nave industrial de las afueras de Bristol.
Solo el humedal me hace sentir que ya no estamos dormidos.
Secuencia dos.
Me miro.Salto dos pisos de golpe.Trazo la linea.corto.rasgo.Mezclo la polvora.
Sin final apuntado en las cuadrillas de la sala vacia continua.
Una perdida mas.Sin nada que contemplar.La ventana está cerrada.
Las jirafas.Las cebras.Los flamencos.Todos han desaparecido de sus jaulas.
El poco agua que quedaba en el lago se ha evaporado del insufrible calor.
Porque el amor era ciego.Y no permite ver el dolor que causa el terror sobre sus entrañas.
Le otorgaremos el placer de dudar de nosotros.
Quemaremos nuestras ropas para no dejar rastro.
Y leeremos los ultimos poemas que dejó rayados en esta bañera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario