Pensaste en la caída inevitable de Damasco
mientras proyectabas tu imagen
a los desconocidos transeúntes,
disciplinada en querer y amar,
con la caída de sol se deshacía la cera
derretida por el tiempo que cambia.
Tiempo imparcial creyendo ser
una reina inquebrantable del océano
la noche te descubre frágil,indefensa,
temorosa de las sombras que nacen
como larvas absorbiendo tu energía
Sé lo que espera Dios que seas
libre meditación que reconoce
la libre transición de persona
a semidiós en los bajos fondos
de la vida.
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